Todos los integrantes de la familia Bélier son sordomudos, salvo su hija Paula que hace de intérprete para ellos especialmente en todo lo que afecta al funcionamiento de la granja. Un día, alentada por su profesor de música decide acudir a una audición, algo que le obligará a alejarse de su familia. Esta película constituye todo un festival de lugares comunes pero sus personajes están interpretados tan maravillosamente y de manera tan cercana que no resulta difícil obviar la manipulación de la película y disfrutar de este tipo de cine bienpensante e idiota. Una comedia dramática que no se excede con las sensiblerías y en el que la parte de comedia lacanza momentos extremadamente divertidos. |