Críticas de la prensa de LA PASIÓN DE CRISTO

Si alguna vez hubo un film con el título correcto, ese film es La pasión de Cristo (The Passion of the Christ) de Mel Gibson. Aunque la palabra pasión ha llegado a mezclarse con romance, su origen en el latín hacía referencia al sufrimiento y al dolor. (...) Lo que Gibson me ha enseñado, por primera vez en mi vida, es una idea visceral de en qué consiste la pasión. (...) No es un sermón o una homilía, sino una visualización de un evento central de la religión cristiana. Tómalo o déjalo. (...) He sido conmovido por la profundidad de los sentimientos, por la habilidad de los actores y de los técnicos (...) es una película sobre una idea.

Un serio, logrado y terrible film que irradia un compromiso total

Profundamente conmovedora y fanáticamente obtusa en iguales dosis.

Hay algo esclarecedor -incluso descarnada poesía- en The Passion

The Passion of the Christ nunca ofrece un sentido claro a todo lo que estaba significando ese derramamiento de sangre, un aspecto inconcluyente que supone el fallo artístico más serio de Mr. Gibson

Ningún niño debe ver esta película. Incluso los adultos están en peligro. 'La Pasión de Cristo' de Mel Gibson es la más virulenta película antisemita realizada desde los films de propaganda nazi de la II Guerra Mundial. (...) La violencia es grotesca, salvaje y a menudo ensalzada con cámara lenta.

The Passion of the Christ debería dejar a la audiencia en un estado de exaltación. Pero en lugar de eso simplemente deja a la audiencia exhausta.

En lugar de verme conmovido por el sufrimiento de Cristo, o sobrecogido por su sacrificio, siento el abuso de un director que intenta castigar a su audiencia, por quién sabe qué pecados.

Deleznable película (...) Gibson convierte al que juzga su Dios en un pelele de filme de terror de los de alto y refinado negocio.

La Pasión de Cristo', que bien podría titularse 'La tortura o linchamiento de Cristo', por hacer honor a su verdadero contenido, pasa por ser una película hiperrealista, pero en la manera más bien afectada de rodar (...) hay más de morbo y de sadismo que de reconstrucción de la realidad.

Un gran cineasta que no ha incurrido ni una sola vez en la escena prevista, en la composición fácil, en el tópico visual o en la postal hecha (...) Se diga lo que se diga, 'La Pasión de Cristo', tal y como nos la ve y enseña Mel Gibson, es, además de dolorosamente física y profundamente espiritual, única.