Adaptación de una increíble historia real dividida en dos mitades, la primera centrada en su protagonista aún niño y la segunda veinte años más tarde ya tratando de encontrar sus raíces. Garth Davis opta por diferenciar estas dos partes: más visual la primera, más diálogos en la segunda, con un brusco cambio de tono entre ambas. Un defecto a achacar es que quizá la familia adoptiva del protagonista -excelente interpretación de Dev Patel- está muy desdibujada con la excepción de la madre a la que da vida magistralmente Nicole Kidman. Una propuesta estimable con suficientes virtudes para que merezca la pena ir a verla al cine. |