Carlos Boyero (Diario El Mundo) | |
El pedazo de vida, supervivencia, desmoronamiento, amistad, autodestrucción, amor y muerte que acaba de filmar este retratista de las emociones, este hombre que parece saber la hostia de cosas esenciales sobre el anverso y el reverso de los seres humanos, rebosa intensidad y discursos torrenciales (...) un maravilloso director de cine, un equilibrista que avanza por la cuerda floja más arriesgada, amenazada por el rídiculo y el vacío verborreico, pero que consigue sortear esos peligros y llegar al final de la meta con su tesoro íntegro. Aristarain dirige la partitura y la orquesta con el pulso, el coraje y el talento de un maestro. La orquesta está formada por cuatro virtuosos que además de técnica también ponen su alma. |
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Oti Rodríguez Marchante (Diario ABC) | |
Una película tensa, intensa y espectacularmente lúcida. Federico Luppi ejerce de nuevo aquí todo su magisterio interpretativo, Juan Diego Botto roza la perfección y Eusebio Poncela y Cecilia Roth acaban de componer el espléndido cuarteto de cuerda con el que Aristarain ata en corto su arriesgada empresa. |
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M. Torreiro (Diario El País) | |
Aristarain aborda un filme intimista, siempre recorrido por los sentimientos más rotundos y enfrentados. Es una película honesta hasta el desgarro y apasionada casi siempre. |
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Luis Martínez (Diario El País) | |
A través de un texto que supura desgarro, intensidad y, por supuesto, amor, las vidas enteras de todos los oficiantes de este ejercicio de catarsis inundan la pantalla y la empapan de emoción en un condensado ejemplo del mejor cine |
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Javier Ocaña (Cinemanía) | |
Algunos la encuentran discursiva. Con un film así, bienvenidos los discursos |
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