La actriz, guionista y directora francesa Maïwenn siempre incluye elementos autobiográficos en sus filmes y este no iba a ser menos, reflejando de forma casi paródica las experiencias más íntimas con los hombres que estuvieron en su vida: objetos de deseo al principio y de sufrimiento y rechazo más tarde. La directora pretende analizar las distintas etapas por las que transcurre una relación amorosa pero no nos muestra nada nuevo y lo único que consigue es que sus dos personajes principales acaben pareciendo dos trastornados, víctimas de su propio sufrimiento. Además la estructura de la película resulta bastante errática y acaba cansando. Una buena idea de partida que acaba traducida en una mediocre película. |