Críticas de la prensa de SAINT LAURENT

Cumple como la interpretación artística de la vida de un ícono y como un paseo íntimo por el enigmático y fascinante universo de la moda. Con imprecisiones históricas que se justifican como licencias literarias del autor.

'Saint Laurent' es una película bien realizada, pero incomprensiblemente agobiante y claustrofóbica, como encontrarse con el Tutankamón de la moda, viviendo y muriendo dentro de su propia tumba ricamente amueblada

El segundo biopic del año sobre la leyenda de la moda francesa es una evocación magnífica y seductoramente frívola de su fuerza creativa 

Una mirada difusa e irregular a la vida de uno de los más grandes diseñadores de Francia 

La cinta brilla sobre todo en el retrato de un modisto ya anciano preso de su triste y horrible (admitámoslo) colección de camafeos (...) En el resto del recorrido accidentamente antibiográfico, la propuesta de Bonello se apaga 

Todo me resulta cargante en este aburrido biopic con inútiles pretensiones de complejidad 

El producto está bien vestido, peinado y perfumado, y no renuncia a cierto engolamiento operístico, pero la impresión es de que se estrella 

Una propuesta vistosa y por momentos fascinante, aunque con una duración (150 minutos) que la torna en su segunda mitad un poco tortuosa. 

Una sucesión de estilizadas viñetas que, esencialmente y de forma monótona, describen su hedonismo a través del sexo gay, las drogas y el alcohol. (...) Los detalles de esa forma de vida sobre el carril rápido son vistos de forma superficial. 

La película confunde, abruma y entusiasma tanto como su protagonista estrella. Es la sulfurosa visión de un éxito profesional diluido en un fracaso vital. (...) Por ello, tal vez, Saint Laurent termina siendo la película más inspirada e incómoda de Bertrand Bonello. 

El tiempo está manejado de manera desarticulada, se brinca de un año a otro y confunde, (...) La recreación de (...) los entretelones de las pasarelas, el desfile casi al final, son muy atractivos visualmente. Es recomendable desde ese punto de vista. 

Más allá de una algo más reiterativa segunda mitad, la película siempre sorprende por las elecciones formales del realizador y por la curiosa vida de este hombre. 

A pesar de sus monumentales aciertos, me parece que Saint Laurent es incapaz de sostenerse en la frágil estructura dramática que le construye su director. Bonello no logra crear una experiencia enteramente visionaria debido a la naturaleza fundamentalmente dramática de sus escenas. 

Genera una fulgurante fantasía biográfica parcial que no debe advertirse como tal porque se basa sin mácula explicativa en el gran espectáculo de la creatividad y la decadencia en estado puro.