Críticas de la prensa de SIERANEVADA

El tipo de película para el que el calificativo “Obra Maestra” fue inventado.

Una comedia que parece un drama, suena como un drama y se queda mortalmente seria (...) No hay un sólo segundo de la película que no resulte minuciosamente convincente

Una experiencia misteriosa y profundamente envolvente (...) La sensación de haber compartido vidas reales, profunda y significativamente, es incontestable

Nada transcurre como todos esperaban en este encuentro familiar visto mil veces pero observado por Puiu como si se tratara de la primera ocasión.

Uno se siente placenteramente atrapado, como si estuviera en una obra de teatro de esas que se dan en pisos, aunque la magia hiperrealista de los actores impide que nos percatemos del elegantísimo artificio

Un filme coral en el que todos los personajes influyen en la trama (...) de una forma u otra, todos tienen una intención y una profundidad pocas veces lograda.

El proceso es claustrofóbico, intenso y alienado – con frecuencia brillante, aunque algunas veces ligeramente redundante

Lo que aporta Puiu es el concepto de puesta en escena en su sentido fuerte, es decir, la forma en que decide filmar este «wake» tumultuoso

En lo dramático, 'Sieranevada' es en realidad una película mucho más consistente que 'The Death of Mr. Lăzărescu' (...) 'Sieranevada' ofrece al público un montón de cosas que degustar durante las horas y los días que están por venir.  

Una película de la nueva ola del cine rumano, de primera categoría, que resulta familiar de las mejores maneras, mientras que ofrece fascinantes reflexiones sobre la naturaleza humana, la identidad y sus rarezas 

He leído por ahí que esta extraordinaria película marca un antes y un después en el lenguaje cinematográfico. Estoy convencido de ello, es imposible hacerlo peor. 

Transmitir la esquiva naturaleza de una película tan ambiciosa y radical como esta no es tarea fácil. Con todo, mucho más difícil tiene que haber sido construir una maravilla como esta 

Obra maestra. (...) A medida que avanza, Sieranevada se va desdoblando en mil películas que habitan en su interior. 

Para encontrarle alguna gracia a este vulgar retrato social con ínfulas de lenguaje hay que ser muy, muy buena persona. Todo es puro tópico con disfraz 

Monumental, extraordinaria (...) «Sieranevada» parece densa, y lo es, porque la mirada que hay detrás sabe convertir el costumbrismo en tiempo real en una abstracción casi fantasmática. 

Tiene el filme un estilo propio, descarnado (...) Pero ese estilo hecho de tomas largas, sin concesiones, se disipa, por parte del director en un exceso de condescendencia consigo mismo. 

Sorprende la naturalidad de la puesta en escena, la interacción de los actores, la coreografía por la cual entran y salen de un recinto a otro, sin que jamás asome el artificio. 

'Sieranevada' no es un lugar real, acaso simplemente el nombre de ese microcosmos delirante de una nación atrapada entre una tradición recalcitrante (...) Una Rumania de complejidad apabullante que hoy tiene en Cristi Puiu a uno de sus cronistas más ingeniosos y sensibles. 

Es una de las mejores formas que he visto de contar una reunión familiar. Con un finísimo sentido del humor, un brillante cuadro de actores y un fotógrafo que lleva la cámara en mano toda la película y que merece varios premios. 

Con todo y las ligeras admisiones de articialidad en su tono de caricatura creíble, 'Sieranevada' no es una excepción sino un nuevo paso en la brillante carrera de Cristi Puiu. 

Mantiene al espectador en estado de múltiple alerta, irrita, socava, avasalla, fascina y delira directa e indirectamente gracias a la implacable edición (...) y ante todo en viciosa virtud supercalculada e hiperrealista de una puesta en imágenes con fotografía virtuosa de Barbu Balasoiu. 

La película pertenece a lo que se puede definir como cine lento, cuyo arco narrativo sigue el ritmo del tiempo presente, y constituye un argumento a favor de la mirada contemplativa y libre de juicios. 

Puiu elude a pura inteligencia y virtuosismo las trampas del costumbrismo, ofrece un panorama amplio, crudo y desgarrador sobre la realidad de su país, y le saca todo el jugo posible a un grupo de brillantes actores. 

Es notable la manera en que Puiu –como ya lo había conseguido en 'La noche del señor Lazarescu'– consigue primero sortear y luego trascender los peligros del costumbrismo para ir alcanzando en cambio un raro estado de intensa melancolía. 

El filme atrapa desde el desconcierto inicial (son tantos personajes y se introduce al espectador en el núcleo familiar sin presentaciones) hasta sentirlos parientes en común con uno. 

Esta comedia dramática que transcurre en un departamento es otra muestra del buen momento del cine rumano.  

Puiu organiza el relato con mirada mayor, con cohesión de observador reflexivo y sabio, y así va más allá de una mera suma de situaciones familiares con una película que no pide permiso para ser una apuesta ambiciosa, prodigiosa. 

Evitando el costumbrismo, la película funciona como un ejemplo inapelable de que, cuando todo sale bien, el cine puede funcionar como espejo local y universal. 

Una película de planos largos y no necesariamente lujosos pero siempre ajustados desde lo narrativo y lo observacional, pensados por alguien que parece tener muy claro su concepción de la puesta en escena. 

Otro pretencioso film del nuevo cine rumano. 

Para este cronista es uno de los mayores bodrios que ha visto en su ya larga existencia.