Crítica de Spinal Tap II: The End Continues (2025)
Spinal Tap II es la esperada secuela del clásico This Is Spinal Tap (1984). La historia retoma a la mítica banda de rock ficticia décadas después de su separación, obligados a reunirse para un último concierto por una cláusula del antiguo manager. El humor absurdo, las referencias al pasado y las ironías sobre la fama y el paso del tiempo siguen presentes, con cameos de músicos reales y situaciones disparatadas. La película conserva el espíritu satírico del original, aunque no siempre logra la frescura de la primera. Nota: 7 sobre 10
Personajes principales
Nigel Tufnel (Christopher Guest) guitarrista con el ego intacto que ahora dirige una excéntrica tienda
David St. Hubbins (Michael McKean) vocalista que intenta mantenerse vigente componiendo música para proyectos menores
Derek Smalls (Harry Shearer) bajista retirado que vive de recuerdos y anécdotas del pasado
Marty Di Bergi (Rob Reiner) documentalista que regresa para registrar la última gira
Didi Crockett (Valerie Franco) nueva baterista que rompe la maldición de los percusionistas de la banda
Rodaje y producción
La película fue dirigida por Rob Reiner con guion de Christopher Guest, Michael McKean, Harry Shearer y el propio Reiner. El rodaje se realizó principalmente en Nueva Orleans, con escenas adicionales en Stonehenge para recrear el mítico número del grupo. La duración aproximada es de 84 minutos y el presupuesto rondó los 22 millones de dólares.
Curiosidad destacada
La cinta mantiene el chiste clásico de los bateristas que mueren en accidentes absurdos, aunque esta vez lo resuelve con la incorporación de una nueva integrante que rompe con la superstición.
Película relacionada
This Is Spinal Tap (1984), la original, con la que forma un díptico de sátira musical. También recuerda a Popstar: Never Stop Never Stopping por su humor sobre la industria del entretenimiento.