Summer of 69

No sabía bien qué esperar de Summer of '69, pero me sorprendió gratamente. Jillian Bell consigue esa mezcla rara entre lo ridículo y lo entrañable, y Chloe Fineman está brillante como esta chica medio loca, medio adorable, totalmente obsesionada. Hay algo muy fresco en la forma en que la historia se ríe de sí misma, con ese humor pasado de rosca que te hace pensar: “¿¡cómo aprobaron esto!?”... y al mismo tiempo, te atrapa. Me recordó un poco a las comedias teen de los 2000 pero con un twist moderno y un toque de sátira. No es para todos, pero si entras en su juego, te la pasás bomba.

Summer of '69 tiene una premisa atrevida y una estética retro que funciona muy bien, sobre todo gracias al carisma de Chloe Fineman. Es entretenida, sí, pero por momentos parece que quiere ser muchas cosas a la vez: una comedia absurda, una crítica social disfrazada de chiste, un coming-of-age con tintes sexys... y al final no termina de profundizar en nada. Tiene momentos brillantes, especialmente cuando se enfoca en lo ridículo del plan de la protagonista, pero también otros en los que se siente un poco irresponsable. No me aburrí, pero me dejó con sentimientos encontrados.

Una premisa idiota. El hecho de que esta adolescente experta en tecnología decidiera ir a un club de striptease y reclutar a una prostituta para aprender cómo conseguir a un chico en lugar de hacer una búsqueda de 5 segundos en Google es más que estúpido. El diálogo es cringe y tratando tan duro para ser raunchy inteligente pero en lugar de eso era sólo raunchy tonto. Jillian siempre se inclina mucho por el sexo, pero esto fue extra juvenil. Simplemente no es divertido.