Billy Hayes, el mariscal, descubre que el bandido al que lleva tanto tiempo persiguiendo y que lleva meses incendiando su condado, no es otro que un viejo amigo de la infancia. Al ser confrontado con la verdad, el amigo saca su arma y Billy se ve obligado a matarlo en defensa justificada. Abrumado por la culpa, renuncia a su cargo y jura nunca ... |