Críticas de la prensa de THE PROGRAM (EL ÍDOLO)

Esta versión sobria y matizada de la vida del ciclista Lance Armstrong retrata el ascenso y caída de una figura consumida por el deseo de triunfo.

Foster encarna a Armstrong de manera brillante (...) La película tiene defectos. Pero es un relato ágil y fluido de un embuste (...) Y Frears decide ser implacable

En este inquietante biopic el Armstrong de Foster es como sacado de una película de terror (...) El film elude buscar una nueva perspectiva definitiva. En su lugar, aborda la historia desde varios ángulos acumulativos

'Tour de force' de Ben Foster. (...) El actor está escalofriantemente brillante como Lance Armstrong en este desenfocado drama sobre el dopaje

Sin ninguna condescendencia, incluso con un poco de saña, Frears reconstruye el fulgurante ascenso y la estrepitosa caída del ciclista (...) Lo mejor: La caracterización de Ben Foster

Frears se acerca a la figura de Armstrong desde la distancia (...) una historia de ascenso y caída tan deshumanizada como el retrato del propio personaje

Chispeante festín de villanía y coacción, donde el tramposo más infame de la historia del deporte exhibe una sibilina alevosía (...) Se sitúa más cerca del cine de gángsters que del drama deportivo

Es la crónica de un sistema corrupto lo que convierte esta sencilla película, formalmente apañada (...) en algo diferente a lo esperado. (...) ¿Ciclismo? ¿Biopic? Frears ha vuelto a hacer una película de gangsters

'The Program' presenta un punto de visto específico (y algo tendencioso) de la historia de Lance Armstrong y su... engaño del siglo.

La película está basada en el informe oficial de la agencia de drogas estadounidense sobre Armstrong, lo que podría explicar por qué a veces parece un reportaje rancio.

Incapaz o reacia a explorar la psicología de Armstrong con algo de profundidad, 'The Program' se convierte en un superficial refrito de noticias antiguas del caso hasta la fecha (...) una decepción a casi todos los niveles. 

Es raro que un biopic de prestigio resulte demasiado corto, pero después de 102 minutos a muy buen ritmo, 'The Program' se retira con medio puerto de montaña aún por escalar. 

Frears examina con detalle casi forense el proceso por el que Armstrong manipuló químicamente su rendimiento y el de su equipo, pero la película está finalmente desequilibrada (...) Cuando mejor funciona es al tratar el fascinante caso de periodismo de investigación 

Un par de estimulantes escenas de ciclismo y una interpretación protagonista muy sólida, no hacen que la película sea buena. (...) Con casi nula inmersión biográfica acerca del hombre tras el ciclista, este Armstrong raramente parece tridimensional 

'The program' no funciona, pero al lado de 'La mentira de Lance Armstrong', de Alex Gibney, queda reducida a la condición de paradigma, de ejemplo, de todo lo que nunca debe de ser un película biográfica. 

Frears cuenta muy bien las cuatro facetas de Armstrong, las zonas de luz conviviendo con multitud de sombras (...) un relato frío, matizado, sobrio, inteligente, sobre una estafa masiva que funcionó durante mucho tiempo 

Un protagonista en una de sus mejores interpretaciones, Ben Foster dando todo lo que puede, pero en una fotografía sin profundidad. Todo lo que vemos, lo sabíamos, y como siempre, Frears no rasca para sacar algo más. 

Un demoledor retrato del personaje que pasó de ser una leyenda a mentiroso número uno mundial. (...) el film de Frears es encomiable y tremendamente entretenido. 

Stephen Frears mantiene un buen nivel de suspenso al recrear una historia de corrupción y complicidades en torno a un deportista de élite. El relato tiene ritmo, aunque a veces se siente un poco desordenado y confunde. 

La habilidad de Frears para contar la historia de manera llana y directa va adquiriendo una mayor urgencia hasta que alcanza los matices de la tragedia de Ícaro: la vanidad es la perdición del héroe. 

La película resulta contradictoria entre lo que parece una historia de triunfo personal interrumpida por una película de gangsters. 

Aunque la historia es bien conocida gracias a la atención que tuvo por parte de los medios, la película se vale de la meticulosa investigación del periodista Dave Walsh para reconstruir momentos privados que ayudan a entender a un personaje inescrutable. 

Al final el resultado es la indignación fácil de ver actuar a un malvado, (...) El tema merecía menos énfasis en la ruindad del personaje (...) El mayor fracaso de 'El engaño del Siglo' es permitir a su público dar el caso por cerrado.