Una peluquera a punto de cumplir los 30 dirige su negocio de una manera peculiar, ya que además de cortar y peinar es la consejera de sus clientas. Sin embargo es incapaz de aconsejar a su madre, que no tiene ganas de vivir desde que su marido la abandonó. Una mañana de primavera, Emilie recibe una inspirada carta de amor anónima. Su primera reacción es arrojarla a la basura pero se da cuenta de que podría ser la solución para ayudar a su madre y se la manda. Emilie aún no sabe que el autor de la carta es Jean, un tímido empleado...
Lo bien llevadas que están las tramas, y la gracia que tienen, hace que pasemos por alto soluciones de puesta en escena insatisfactorias, así como determinados tópicos narrativos
Si la película tuviera más sentido del 'timing', si no cargara las tintas en la caracterización de los personajes podría haber sido un 'Adictos al amor' a la francesa