Nos encontramos ante un enorme disparate que sobrevivirá gracias a estar a la sombra del éxito que fue 'El código Da Vinci'. Si la original ya era un simple pasatiempo de usar y tirar, y su secuela 'Ángeles y demonios' resultaba ridícula a ratos (aunque entretenida, hay que reconocerlo), ahora nos encontramos ante un thriller impersonal que cae ya en el delirio. La historia es estúpida si te paras a pensarlo, y Howard, consciente de ello, se inclina por potenciar la tensión para justificar el correcalles en el que se convertirá la investigación de la pareja protagonista. El mismo Tom Hanks da la sensación de estar un poco cansado de su personaje y el personaje de Felicity Jones tiene unas moticaciones bastante burdas a la hora de justificar que ayude a Robert Langdon. Una película que no sirve ni de mero pasatiempo con un final totalmente disparatado. |