| Un duro y crudo retrato de la sociedad de nuestros días, rodado por los hermanos Dardenne en un tono casi documental que le confiere una gran veracidad al relato. La lucha contrarreloj de Sandra (Marion Cotillard) para no perder su empleo intentando convencer a sus compañeros de que renuncien a su prima explora los límites del egoísmo humano, un egoísmo frenado en ocasiones por el miedo al qué dirán. Sublime Marion Cotillard, que recrea un personaje que despierta en todo momento la empatía del espectador. Película estimable. |
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